En infinidad
de caleyas del Prinicipado empieza a ser habitual la escena del
experto jubilado enseñando a disfrutar al que se acaba de
retirar.
-¿Pero
cómo ye lo tuyo, Josín?
-Que no me adapto, chico, ¿qué
quies que te diga?
-¿Qué tiempu tienes?
-Cincuenta y
pico.
-¿Y pico?, ¿Cómo que y pico? ¡Que pique su puta
ma...!
-¿Eh?
-Tú ya picaste bastante, Josín.
Olvídate de la mina, ho. Ahora, a disfrutar.
-No sé. Toy de
sudokus hasta los güevos.
-¿De qué ho?
-Dicen que
pierde unu la capacidad cognitiva.
-Selo yo. Una caja sidra y
nun conozco ni a Dios.
-Toy apijotau, pásome el día echando
cuentes, Conrado.
-El tiempu se vive, nun se cuenta.
-¿Qué
quiés que faga?
-Disfrutar, Jose. Jubilación vien de
júbilo.
-Nun sé facer otra cosa que nun sea
trabayar.
-¡Verás que pronto t’adaptes ho!
-Llevo
menos de un mes y dizme la muyer que voy a peor.
-¿Por...?
-Diz
que ahora tien la mitá de pensión y el doble de
marido.
-¿Entós?
-Toi tol día detrás d’ ella,
gruñendo, criticando...
-Probe. Déjala en paz. Tú disfruta,
chepín.
-¿Y qué fago?
-Nun fagas na, dedícate a
ser.
-¿A qué ho?
-Encuéntrate contigo
mismu.
-¿Conmigo?, ¿Dónde ho?
-Aquí, en el paseo
del colesterol.
-¿Qué ho?
-Esto equilibrate el
cuerpo, la mente... Y conectes con el Yo superior.
-¿Con
quién ho?
-Ya verás. Yo hasta voy dir al médicu pa que me
baje el poder sexual.
-A la tu edad, Conrado, el poder sexual
tá sólo en la mente.
-Por eso. Quiero que me lu baje p’ahí
p’abajo, ¿oíste? ¡Onde tien que tar!
-Toy desubicau,
chico.
-¿Por...?, ¿nun te das cuenta de que somos mayoría
ho?
-Ya.
-Aquí, en Asturies, los desubicaos son los
demás.
-Que y-lo pregunten al mi fiu, que tuvo que
emigrar...
-Tú agárrate a la cachaba y respira profundo y
sin ventolín.
-Pero...
-Esto ye una escombrera
iniciática, Jose, va cambiate la vida.
-Cagonmimacho...
-Aquí
hay mucho matu, faime casu. Luego, un puquiñín de tute...
-Habrá
que solicitar lo de Benidorm, ¿no?
-¿Pa qué ho?, ¿nun tás
bien aquí?
-Ya, pero tantu tiempu viendo lo
mismo...
-Tranquilu, Jose. ¿Nun ves que tamos de obres?
-Por
eso lo digo, como nun les veo avanzar...
-Respira, Jose,
¡respira! Ya te acostumbrarás.
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