© Laura Pintamonadas
Las cosas están bastante tensas. La “número uno” está enfadada porque me haya tirado a su novia. Su novia está enfadada porque me haya tirado a la “número uno”. La “número uno” y su novia están enfadadas entre sí por haberse acostado conmigo. A la número uno le he dicho que lo de su novia no es cierto pero no se lo ha creído. Les he propuesto acostarnos las tres juntas, se lo he propuesto por separado.
La “número uno” ha dicho que nunca haría un trío conmigo y su novia a la vez. No sé muy bien qué ha querido decir. La novia no ha puesto tan mala cara. La verdad es que no creo que hacer un trío supusiera que las cosas se fueran a arreglar entre nosotras. Solo he hecho un trío una vez. Bueno, al menos eso creo. Iba borracha. Todas íbamos borrachas. Era una situación parecida a esta, ellas dos eran pareja y yo era la tercera en discordia.
Fue una experiencia curiosa. Al principio nos miramos las tres con cara de dónde está el manual de instrucciones y quién empieza. Al final siempre empieza la que más borracha va. Me besó. Su novia puso cara de qué coño está pasando aquí y porqué no has empezado besándome a mí, que soy tu novia. Así que ella también me besó apartando a la otra. La otra debió verse desplazada pero optó por no discutir y bajar a la primera planta. Su novia me seguía besando pero no podía quitar el ojo de su pareja. A ver qué le estás haciendo, a ver si te vas a esmerar más con ella de lo que habitualmente te esmeras conmigo. Yo estaba pedo así que me dejaba hacer pensando que aquella discusión no iba conmigo. La que me besaba no tardó en descender también. Se besaron un poco entre sí, momento que yo aproveché para irme hacia el sexo de una de ellas. La otra me volvió a mirar con cara de por qué a ella. Lo lógico, lo democrático, hubiera sido que mientras yo me comía a una de ellas, ésta se comiera a su novia que, a su vez, me comiera a mí formando un círculo perfecto, pero esta pareja sabía muy poco de geometría.
En ese momento debería haberme erigido en la líder del grupo y haber puesto a cada una a trabajar en su puesto pero, como ya he dicho, iba bastante borracha. No habría sido la primera líder borracha del mundo, ahí tenemos a Boris Yeltsin por ejemplo, pero el caso es que no lo hice y aquello comenzó a derivar en un dos más uno. Convertirse en un dos más uno es lo peor que le puede pasar a un trío. Cuando haces un trío con tu pareja debes tener muy claro cuál es el orden de las teclas a tocar y, evidentemente, este no era el caso. También debes tener bastante cuidado en no ser la primera en correrte. La primera en correrse es la primera expulsada de la clase de Gran Hermano y tendrá que ver desde el plató cuál de las otras dos se proclama ganadora.
En este caso todo fue bastante extraño. Cuando una de ellas estaba a punto de correrse optó por emanciparse del grupo y terminar ella sola. La otra hizo lo mismo. Supongo que esa era la forma habitual que tenían de terminar pero yo no entendía nada. El trío acababa de deshacerse sin que nadie me pidiera mi opinión. Fue un sprint bastante disputado en el que yo quedé la segunda. Al final no hubo medallas y nos quedamos dormidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario